Gomorra arrasa

Marta Alameda (Opinión)

Y no sólo en lo que a premios se refiere. Este polémico pero a la vez sublime film, ha ganado los cinco premios a los que optaba en la 21 edición de los Premios de Cine Europeo: mejor película del año, mejor director (Matteo Garrone), mejor actor (Toni Servillo), mejor guión y mejor fotografía.

La película está inspirada en un libro de idéntico título escrito por Roberto Saviano. Éste se ha visto obligado a vivir con escolta debido a las amenazas que recibe por parte de la Camorra. Matteo Garrone, por su parte, no ha tenido que tomar medidas tan drásticas, aunque tras ver la película no es difícil entender que cualquier persona que tenga una implicación con esta mafia viva atemorizada. Todo el mundo conoce como actúa El Sistema en Nápoles (Camorra es un término popularizado por periodistas y policías).

Con una crudeza y una fidelidad que llegan a poner los pelos de punta, Gomorra se adentra por completo en este mundo de violencia, dinero, extorsión y peleas a través de cinco historias. Dos de esos episodios transcurren en barrios marginales (Secondigliano y Scampia) de Nápoles donde la policía no tiene ningún tipo de autoridad. Especialmente crudo es la historia que se desarrolla en Scampia. A través de los ojos de un niño, vemos como la única forma de sobrevivir en un lugar donde la droga lo controla todo es unirte a la mafia para hacerte un nombre. Los chavales son reclutados para hacer de palos (su función es avisar a los camellos cuando llega la policía) y su futuro está ligado de por vida a las drogas, la violencia y la traición a sus seres más queridos.

Dos chicos también muy jóvenes protagonizan otra de la historias. Dispuestos a comerse el mundo y convertirse en los amos del lugar hacen lo imposible por conseguir todo lo que quieren: dinero, armas y sexo. A través de las parodias de películas, los personajes muestran el futuro tan incierto que se puede tener en un mundo en el que la educación escolar brilla por su ausencia. La cuarta de las narraciones la ocupa el vertido ilegal de residuos tóxicos, uno de los temas de mayor actualidad en el país y que más preocupa a los ciudadanos italianos.

Por supuesto, el mundo de la moda no podía faltar. La industria textil de Tersigno muestra el lado oscuro más oscuro de una de las principales fuentes de ingresos en Italia, a través de las fábricas ilegales de las que salen muchos diseños que después son vendidos como alta costura.

Cada historia tiene su cierre final, unos más esperanzadores y otros más desgraciados. La película puede resultar dura y poco fiel a la realidad para algunos y una tremenda verdad para otros, pero lo que está claro es que tiene el poder de no dejar indiferente a nadie.